Vindicación del papel de la ciencia en la consolidación de la historia –

Enrique García Riaza (Universidad de las Islas Baleares) en su reseña de Ejércitos, guerras y colonización en la Hispania romana de García y Bellido publicada en Gladius, ensalza la labor de recuperación de clásicos de nuestra historia realizada por Urgoiti.

Urgoiti Editores es responsable desde su nacimiento, hace ya dieciséis años, de la publicación de monografías orientadas a una finalidad digna de encomio: “conocer el patrimonio cultural legado por nuestros historiadores”, como expresamente se declara en la introducción a su catálogo. Este planteamiento implica reconocer en (u otorgar a) la historiografía contemporánea un valor intrínseco que trasciende su mero valor instrumental, y justifica la razón de ser de una empresa original, tan necesaria como arriesgada. El proyecto se articula en dos propuestas editoriales. La “Colección Grandes Obras” pone al alcance del lector contemporáneo una serie de aportaciones señeras, injustamente olvidadas o de dificultosa accesibilidad en la actualidad, siendo especialmente atractivas para los estudiosos de la Antigüedad la Arqueología española de José Ramón Mélida, la Historia de Numancia de Adolf Schulten, De Caliclés a Trajano. Estudios sobre historia política del Mundo Antiguo, debida a Santiago Montero Díaz o la Etnologia de la Península Ibèrica de Pere Bosch Gimpera. Paralelamente, el sello propone la “Colección Historiadores”, en la que se ofrece una serie de artículos de personalidades clave en el desarrollo de nuestra disciplina. El énfasis se centra aquí en el investigador mismo, de modo que el criterio empleado para la elaboración del elenco de trabajos radica en ofrecer un panorama plural que ilustre la trayectoria científica de cada autor. Ya han visto la luz en esta colección veinticuatro entregas, y cabe señalar la, hasta ahora, escasa presencia de figuras relacionadas con la Arqueología, la Prehistoria o la Antigüedad, con sólo tres volúmenes. En 2012 se dio a la imprenta la obra dedicada a Abilio Barbero y Marcelo Vigil, bajo el título: Visigodos, cántabros y vascones en los orígenes sociales de la Reconquista. Tres años más tarde ha sido incorporado al catálogo Adam y la Prehistoria, centrado en la trayectoria de Manuel Gómez-Moreno, así como el volumen dedicado a la figura de Antonio García y Bellido, para el que se ha elegido el inclusivo título de Ejércitos, guerras y colonización en la Hispania romana.

Resulta indudable que el mayor acierto de ambas colecciones ha sido el de contextualizar cada una de las obras mediante sólidos estudios preliminares, que, en ocasiones, se erigen por sí mismos en aportaciones historiográficas de gran fuste. La Editorial ha confiado esta tarea, felizmente, a profesores universitarios especialistas, contribuyendo así a superar la preocupante marea de la vulgarización (que no divulgación), tan dominante hoy en los medios, que acosa y confunde al lector amateur mejor intencionado. El rigor preside, pues, esta iniciativa, tanto en la selección de historiadores como en la nómina de sus prologuistas.

Desde tales premisas, la llegada a la “Colección Historiadores” de una obra dedicada a García y Bellido resultaba imprescindible. No parece necesario recordar aquí la significación del citado investigador, y su papel fundamental en la génesis y consolidación en España de las disciplinas científicas de la Arqueología y la Historia Antigua, por cuanto tales aportaciones han sido ya subrayadas en diversas publicaciones[1]. Para glosar esta figura se han seleccionado cuatro artículos. El volumen presenta, en primer lugar, “Bandas y guerrillas en las luchas contra Roma” (1945). Originariamente concebido como discurso de ingreso a la Real Academia de la Historia, este trabajo es, probablemente, uno de los mejores y más influyentes ensayos históricos de García y Bellido. Entre sus aportaciones, la integración de los pueblos prerromanos en el ámbito de la Antigüedad como actores positivos frente a Roma, y el desarrollo de la perspectiva socio-económica en el análisis de los movimientos subversivos, en una línea interpretativa trazada ‒aunque desde otras premisas ideológicas‒ por Joaquín Costa, como se ha recordado recientemente[2]. El segundo trabajo incorporado al libro, “Las colonias romanas de Hispania” (1959) es obra de un investigador plenamente consciente de que la compilación que ofrece debe ser entendida como “materiales para un catálogo aún más amplio, pero materiales sin cuyo conocimiento y previa depuración es imposible acometer el otro más ambicioso” (p. XXXIII y 67). Y es que, en efecto, esta ordenación de conocimientos ha constituido la premisa (no siempre confesada) de muchos trabajos actuales. Resulta especialmente encomiable el esfuerzo de sistematización de datos y su aproximación multidisciplinar, que venía a enriquecer con apuntes arqueológicos por lo que respecta a la península ibérica la gran obra de Friedrich Vittinghoff, Römische Kolonisation und Bürgerrechtspolitik unter Caesar und Augustus, aparecida en Wiesbaden hacía siete años. Por su parte, “La latinización de Hispania” (1967) presenta a un García y Bellido ya consolidado como historiador, demostrando un uso ponderado y metodológicamente impecable de la documentación literaria, así como de la evidencia epigráfica disponible en la época. El volumen se cierra con “El ejército romano en Hispania” (1976), obra póstuma concebida como Apéndice a la edición castellana de Die römischen Streitkräfte am Niederrhein, de von Petrikovits, originariamente publicada en Düsseldorf en 1967. García y Bellido ofrece aquí un relato de la expansión romana en la península ibérica ‒en clave de conquista, ciertamente‒, presenta las evidencias sobre las legiones en Hispania y concluye elaborando un catálogo de figuras con sus respectivos comentarios.

romanosLógicamente, no todos estos trabajos han resistido con igual incolumidad el paso del tiempo, entre otras razones a causa de los extraordinarios avances en el conocimiento arqueológico de las últimas décadas y la aparición de nuevos enfoques y perspectivas en el trabajo del historiador de la Antigüedad. Cabe plantearse, por ello, si los opuscula que conforman el libro ahora editado ‒aunque enjundiosos‒ constituyen una muestra representativa que permita al lector no especialista hacerse cargo de la dimensión de que gozó en su momento el impulsor del Instituto de Arqueología “Rodrigo Caro” y fundador de Archivo Español de Arqueología (nada menos que con Hispania Antigua Epigraphica como suplemento); del alcance que sus observaciones en España y los españoles hace dos mil años según la Geografía de Estrabón (Madrid 1945) y La España del siglo Primero de nuestra Era (según P. Mela y C. Plinio) (Madrid 1947) han tenido en sucesivas generaciones de investigadores, o de la significación de trabajos como Hispania Graeca (Barcelona 1948)[3] ‒que bien mereciera un hueco en la “Colección Grandes Obras”‒. Descansa en el estudio preliminar, cuyo cuerpo principal se desarrolla en unas escasas treinta y dos páginas, el cometido de subrayar algunas de las citadas aportaciones. Esta introducción, debida a Javier Arce, profesor emérito de Arqueología romana de la Universidad de Lille 3 y profundo conocedor de la figura y la obra del autor, ofrece en primer lugar una semblanza biográfica, entreverada con alguna anécdota personal, para subrayar seguidamente la significación del personaje como historiador. Se destaca, en este sentido, el hiperobjetivismo en la presentación de los datos como clave de su vigencia, y se abordan algunos rasgos definitorios de su pensamiento, como la continuidad de “lo español” desde la época prerromana, en la estela de Sánchez Albornoz. Un último bloque presenta los cuatro artículos que conforman el volumen, justificando su inclusión por la existencia de un hilo conductor común: la historia militar romana (p. XXXI), rasgo ciertamente más conspicuo en algunos textos que en otros. El estudio preliminar se cierra con una propuesta de actualización bibliográfica sucinta, orientada a satisfacer inquietudes de un “lector interesado” (p. XXXVII). Dado el tiempo transcurrido desde la publicación de los trabajos que integran la monografía, cualquier propuesta bibliográfica que aspirara a la exhaustividad resultaría quimérica, considerando, además, las múltiples facetas abordadas en los textos. Así lo reconoce el prologuista, quien opta por una selección quirúrgica de referencias. Ésta confiere, no obstante, un mayor protagonismo a los títulos de arqueología militar frente a otros trabajos recientes, de igual importancia, centrados en los aspectos de historia social y política de la Hispania romana, cuya inclusión en una obra que reivindica el papel de García y Bellido como historiador de la Antigüedad hubiera resultado oportuna.

Nos hallamos ante un volumen destinado no tanto al profesional de la Historia Antigua o la Arqueología ‒del que se supone ya un conocimiento de la aportación de García y Bellido‒ como al estudioso en el ámbito general de la Historiografía contemporánea. Esta obra, y la propuesta editorial de la que emana, constituye una vindicación del papel de la ciencia española en la consolidación de nuestra disciplina, y nos sitúa, al tiempo, ante un espejo que permite calibrar la verdadera novedad y alcance de publicaciones más recientes.

[1] Vid. a este respecto, entre otros, los siguientes trabajos (con mi agradecimiento a Eduardo Sánchez Moreno por sus oportunas sugerencias): Vigil Pascual, M., (1975): “El profesor García y Bellido como historiador de la España antigua”, en Homenaje a Antonio García y Bellido. Madrid, pp. 51-55; Arce Martínez, J. (1991): “A. García y Bellido y los comienzos de la Historia Antigua en España”, en Arce Martínez, J. y Olmos Romera, R. (eds.): Historiografía de la Arqueología y de la Historia Antigua de España (siglos XVIII-XX). (Ministerio de Cultura). Madrid, pp. 161-166; Blánquez Pérez, J. J., Pérez Ruiz, M. y Bernal Casasola, D. (coords.) (2004): Antonio García y Bellido. Miscelánea (Servicio de Publicaciones de la Universidad Autónoma de Madrid). Madrid, así como la entrada del personaje (a cargo de Manuel Álvarez Martí-Aguilar) en Díaz-Andreu García, M., Mora Rodríguez, G. y Cortadella i Morral, J. (coords,) (2009): Diccionario histórico de la arqueología en España (siglas XV-XX) (Marcial Pons). Madrid.

[2] Aguilera Durán, T. (2014): “Homéricos revolucionarios. La Iberia prerromana desde el prisma socialista”, en del Cerro Linares, C., Milán Quiñones de León, S,. Alonso Moreno, C. V., Elices Ocón, J., González Herrero, O., Myslowska, A., Per Gimeno. L. y Viaña Gutiérrez, A. (eds.): Economías, comercio y relaciones internacionales en el Mundo Antiguo (Universidad Autónoma de Madrid), Madrid, pp. 417-441, esp. pp. 429-430; id. (2015): “De ladrones, guerrilleros y revolucionarios. El tópico del bandidaje en la Iberia prerromana”, en Gómez Castro, D. (ed.): Economía y ejército en el mar corruptor. Anejos de Herakleion, 1 (Asociación Interdisciplinar de Historia y Arqueología Herakleion), Madrid, pp. 113-146.

[3] Vid. sobre este trabajo, Domínguez Monedero, A. J. (2010): “Antonio García y Bellido y su visión de la presencia griega en España”, en Domínguez Monedero, A. J. y Mora Rodriguez, G. (eds.): Doctrina a magistro discipulis tradita. Estudios en homenaje al profesor Dr. Luis García Iglesias, (Ediciones UAM, Colección de Estudios, 143), Madrid, pp. 481-510.

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